La Navidad en familia con un recién nacido: manual de supervivencia

La Navidad en familia con un recién nacido: manual de supervivencia

Se acercan las fiestas de fin de año = mucha gente, poca rutina, mucho viaje, muchos (a)brazos, muchos consejos, poco silencio, mucha comida, demasiado azúcar. 

Si eres nueva.o en esto de pasar las Navidades en family con opción recién nacido incluida, a lo mejor te ayuda unos truquis para pasarlas lo más zen posible. Esperemos que te ayuden a disfrutar al máximo de estas fechas con tu baby. 

  • Respira

¿Abriste la puerta a tus tíos del pueblo con una teta fuera? ¿No sabes qué decir cuando te dicen por la sexta vez hoy que deberías dejarlo llorar en vez de cogerlo en brazos? ¿Tu suegra habla con los ojos, y lo que dice con las pupilas no parece muy empático? No estás sol@, los comentarios no deseados y las críticas son el pan de cada día de los nuevos padres desde hace 10.000 años. No molan. Sin embargo, tampoco matan. Respira hondo, tu bebé y tú no estáis en peligro. Eso sí, a lo mejor, tienes ganas de matar a la tía Raimunda. Hazte una super peli gore en tu cabeza, pero a ella tampoco le va a pasar nada, o sea que tranqui, todo el mundo está safe. Recuerda que no te juzgan a ti, sino que están dudando de cómo lo han hecho ellos. No tiene que ver contigo. 
  • Sonríe y pasa olímpicamente

Puede valer la pena luchar para que respeten tu opinión, pero muchas veces no. Con gente que vemos una vez al año, definitivamente no vale la pena. No es por debilidad ni cobardía, sino por ahorro energético (TU energía, no la luz). ¿Te dicen algo totalmente fuera de lugar pero te da pereza máxima EXPLICAR una y otra vez el por qué del cómo y tener que aguantar la discusión consiguiente? Sonríe (falsamente mejor) y di gracias, manteniendo la mirada pero sin ninguna palabra más. Si siguen, vuelves a decir gracias (que no falte la sonrisa). Van a parar, seguramente farfullando algo mientras recogen los platos. Gracias y nada más. Es infalible.*

  • El portabebés es tu mejor amigo

Ya nos conocemos, esta no podía faltar. El portabebés es nuestro objeto preferido para pasar unas Navidades serenas. Tiene infinitas ventajas, pero subrayamos estas en particular: 

    • Tu bebé puede dormir sus siestas sin cambiar mucho su ritmo. 
    • Tú puedes comer tu carne en rollo en paz en vez de dar 4 paseos con el carrito para finalmente dormirlo en tus brazos y entonces quedarte sin manos libres para comer…
    • Si das la teta, puedes amamantar tranquilamente sin que (casi) nadie se entere (evitamos más comentarios).
    • El portabebés evita que el bebé pase de brazos en brazos y que lo besuqueen 4367 personas en menos de 6 horas. 
    • Cuando tu bebé está en el portabebés, la vida no se centra en él sino en disfrutar de un momento en familia todos juntos. Él es un participante más, sin que gire todo entorno a cuando ha dormido, cuando ha comido, cuando ha… Bueno, ya nos entiendes.
    • Si viajáis en avión, tren o transportes públicos para ir a casa de tus familiares, un portabebés no es un portabebés sino un salvavidas. Ni más ni menos, sobre todo si hay un solo adulto para varios niños. De hecho, no sabemos cómo hace la gente que no tiene portabebés para viajar. 
  • Busca excusas para escapar

Temblas a la idea de pasar 24/7 con muchos (demasiados) seres humanos por metro cuadrado, ruidosos e invasores de tu tiempo y energía. Bienvenid@ al club. En nuestra familia, las fiestas de Navidad son en general muy intensas, ya que tenemos que ver a MUCHA gente en un tiempo muy limitado y cambiando de país. Para que este momento siga siendo divertido y agradable, siempre busco momentos para escaparme con o sin mi bebé (pero siempre sin las mayores). Pasear a los perros bajo la lluvia, aprovechar una “siesteta” para escapar de la sobremesa, abusar de los brazos extra para ir a correr con música a tope y volver nuevx… ¿Tú tambien te buscas excusa para escapar?
  • Siempre recuerda cuáles son las necesidades básicas de un recién nacido 

Son pocas y muy simples: amor, contacto, leche y descanso. Cualquier cosa que se aleje de sus necesidades básicas es inutil y/o nefasta, por mucho que insistan.
  • Ten claro tus límites… y lo que estás dispuest@ a flexibilizar

Vosotros sabéis lo que es importante de verdad, lo que sí o sí se tiene que cumplir y lo que se puede dejar de lado durante unos días. Vale la pena hablarlo en pareja antes, para evitar malentendidos. Si por ejemplo el ritual a la hora de acostarse es sagrado en vuestra familia, respétalo dentro de lo posible, a pesar del caos de las fiestas. Es importante acordarse de que NO va a pasar absolutamente nada porque tu bebé haya cambiado de rutina. De hecho, es todo lo contrario: lo hace más “todo terreno” y fácil de llevar. No te agobies y disfruta, ya habrá tiempo para volver a la normalidad. 

  • Simplicidad ante todo

 Las navidades son para disfrutar de la familia y centrarse en lo esencial. No te compliques la vida, haz todo como si fuera lo más simple del mundo. Tenemos una tendencia natural a “sobre complicar” todo. Y eso con un bebé no es bueno ni divertido. Siempre pregúntate cómo sería si fuera simple. Muchas veces te darás cuenta de que sí, puede que no sea tan complicado al final.

¡Cuéntanos tu experiencia! Mientras tanto, os deseamos unas felices fiestas. ¡A disfrutar mucho y a no complicarse nada!

 

 

 

 * Aquí va una recopilación de conversaciones que te ayudarán a hacer frente al enemigo (todo parecido con la realidad es casualidad): 

Situación 1: Os sentáis todos a comer y tu bebé está durmiendo en el portabebés

- “Ohhh pero lo vas a dejar ahí colgado mientras comes? No lo veo muy cómodo yo esto eh…

- Sí, gracias por preocuparte. Pásame el agua por fi“ (Sonrisa)

 

Situación 2: visita anual a la casa del primo Pepe

- "¿Y lo llevas así como las africanas? ¿Respira?

- Sí, gracias por preocuparte. ¿Cuéntame cómo estás?" (Sonrisa)

 

Situación 3: después de 30 minutos de llantos desconsolados y de quita-pon-quita-pon en la cuna pinchos, pones a tu bebé en la mochila de porteo. Se calma en 3 segundos, cae rendido 11 segundos más tarde. 

- "Eso es porque está mal acostumbrado. Hay que ponerlos directamente en su cuna y en su habitación, sino te comen. Son muy listos. Y da igual si lloran. Ya se cansará antes que tú, ¡hombre! Conozco a una señora que tiene que dormir con su nieta de 23 años porque le da miedo todo. Seguro que nunca la han acostumbrado y mira tú que gracia. Yo si fuese tú sería más firme, no le estás enseñando quién manda. Y eso, creéme, no es bueno ni sano.

- Vale, gracias (sonrisa -falsa o no, te dejamos decidir-). ¿Qué has hecho de postre,  Papá? "

 

Podríamos seguir así un buen rato, pero ya nos habéis entendido. Es muy importante mantener la calma y no dar justificaciones ni explicaciones. El silencio es muy potente, y muchas veces es la mejor respuesta ante unas afirmaciones tan tontas.

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