Cuando nada sale...

Cuando nada sale...

Hoy queremos compartir una reflexión un poco distinta, que no tiene que ver con el porteo en sí, sino con el emprendimiento.  No todo sale como lo planificas y mucho menos al principio. Estos meses hemos tenido un pequeño parón en la producción -y seguramente no será el último-. La producción de proximidad es cada vez más complicada por la simple razón de que hay poca mano obra en profesiones como la costura (entre otras muchas). No sabía muy bien como abordarlo "públicamente" porque se mezclan muchas cosas: vergüenza, miedo a no parecer profesional, síndrome del impostor, entre otras... Pero al final, todo esto no tiene sentido si no lo comparto contigo, así que lo voy a hacer simple.

En el mundo del emprendimiento, te encuentras con perlas como “lánzate antes de estar list@”, “si no tienes vergüenza de tu producto es que lo has lanzado demasiado tarde” - ¿en serio, tío?-, “visión+constancia”.

Ya ves el rollo. 

Es un poco como cuando tienes un bebé. Te dan mil consejos, te dicen “no te preocupes, nunca hay un buen momento”, te susurran una cosa y su exacto contrario en menos de 2 minutos y medio, pero al final, mientras no te enfrentas a ciertas situaciones, no sirven de nada las palabras. Solo puedes aprender cuando estás dentro. 

Si te enfrentas a una situación un poco delicada, lee. A lo mejor te sirve de algo (tranquila, no te quiero vender nada hoy :P)

Cuando empecé esta aventura, vivía en un mundo maravilloso y mágico. Estaba convencida de que no pasaría nada por no tener conocimientos técnicos en confección, pensaba que no era necesario para poder lanzarme a esto. Pensaba que la clave era encontrar a gente que sí sabía confeccionar para delegar con total confianza la responsabilidad de fabricar el portabebés que te haría la vida más fácil y bonita. 

Ah. Qué lista, eh. 

Las mil vueltas y líos para fabricar que tuve estos dos últimos meses tienen sentido. No los compartí en live, porque necesitaba procesarlos y aprender de ellos. Soy así de lenta. En dos meses, aprendí que todo se aprende (y que de todo se aprende). Me puse a coser por las noches mientras todo el mundo dormía. Hice pruebas con 8 costureras. 

8. (Unas no merecen este título. Otras merecen el de costurera unicornio. 🦄)

Explicar, probar, ir y venir con el material, decir “así no, asa”, y un largo etc… No hablemos del número de personas que simplemente rechazaron el trabajo. Pero estos, por lo menos, no te hacen perder el tiempo. Y no hablemos tampoco de las pruebas para fabricar “fuera”, en Portugal o muy muy lejos de nosotros. Todas estas opciones me sentían mal, al cuerpo, al corazón, a la cabeza.

No son quejas. Todo lo contrario. Es un compartir de experiencias. Es decir “esta es la realidad de la gente que crea una cosa sin tener ni p*ta idea”. Es una invitación a persistir si crees en algo. 

Entendí que a pesar de meter presión, intentar controlar, ir desbocada, infeliz y sintiéndome fatal por no cumplir con la promesa que les había hecho a la gente que ha confiado en NiCKiE ROSE, no me iba a dar los resultados que buscaba. Decidí soltar e (intentar) confiar. Y parece un libro -malo- de autoayuda, pero te juro que de repente, se aclaró el cielo. Ahora, soy participe en la fabricación de los portabebés. No sólo del qué sino también del cómo. No sé ni siquiera cómo pude pensar que podía ser de otra forma. Muchas dirán que no saben hacer zapatos y los venden igualmente. Lo mismo de coches, móviles, o zanahorias. Totalmente cierto. Pero resulta que no es el camino de NiCKiE ROSE. 

Al principio de marzo, estaba a punto de dejar todo, reembolsar a mis primeros clientes y a otra cosa mariposa. 

Y de repente, me encontré en el camino a personas con mucha experiencia y, sobre todo, ganas. Ganas de soñar conmigo. Ganas de enseñarme. Ganas de ayudarme a confeccionar los portabebés más bonitos y cómodos del mundo mundial, y ganas de ver a muchos bebés felices dentro. Mi agradecimiento eternal a ellas <3

Avanzo con muchísima precaución pero por fin los portabebés salen. A cuenta gota, pero salen. Hechos artesanalmente, en Galicia, uno a uno y pensando en todas las aventuras que va a permitir este trocito de tela un poco mágica.

Así que si te encuentras en una situación un poco delicada, con tu bebé, tu pareja, en tu trabajo, tu proyecto, o con tu vecina, este mail viene para decirte que si crees en algo, persistas y confíes. Al final, todo sale, y todo cobra sentido. A lo mejor, no como lo tenías pensado tú, pero sino no tendría gracia, ¿verdad? 

iN LOVE WE TRUST

Regresar al blog

Deja un comentario

Ten en cuenta que los comentarios deben aprobarse antes de que se publiquen.